ZARAGOZA ABRE SUS BRAZOS AL MUNDO

En las fiestas de octubre se escenifica como nunca el carácter acogedor y abierto de las zaragozanos y zaragozanas. Es tiempo de disfrutar de la calle a todas horas y de la cultura popular
La tradición, la vanguardia, la música, el teatro y la animación callejera se dan la mano

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Los primeros compases del mes de octubre son en Zaragoza sinónimo de fiesta. Nueve días en torno al 12 de octubre, la jornada grande en honor a la Virgen del Pilar, en los que zaragozanos y visitantes se echan a la calle para disfrutar de uno de los programas de actividades más nutrido y variado del año (la mayor parte gratuito). Conciertos al aire libre masivos o íntimos, folclore y rock, exposiciones de arte y pasacalles, teatro, cine, propuestas para todas las edades.

Es una celebración abierta y universal, a la que todo el mundo está invitado y para la que no hace falta manual de instrucciones.

El centro de la ciudad, con el Casco Histórico, el entorno de la plaza del Pilar, el río Ebro y el paseo de la Independencia como ejes, concentran las actividades, que se extienden, no obstante, a todos los barrios de la capital aragonesa.

El día 12, el del Pilar, un río de flores desborda las calles, con decenas de miles de personas en el que es el acto más conocido y universal de las fiestas: la Ofrenda.

El único problema que tendrá el visitante que se acerque a Zaragoza a disfrutar de las Fiestas del Pilar es saber qué elegir en el extenso programa. La capital aragonesa se esfuerza durante las Fiestas del Pilar en ofrecer la mejor cara de sí misma, convirtiéndose en escaparate de la oferta cultural de todo el año.

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NIÑOS Y NIÑAS

¿Cómo olvidar a los más pequeños? Un parque entero a orillas del Ebro es su feudo durante las fiestas. Un pequeño parque temático creado por expertos en teatro infantil se convierte cada año en uno de los éxitos, sin olvidar claro a los ídolos locales: los cabezudos y el Tragachicos. En el Parque Labordeta hay guiñoles.